Los tres jóvenes tenores italianos

Cuenta la leyenda que Montserrat Caballé recibió un día en su casa a una madre con su hija, apenas catorce o quince años, que venían recomendadas por unos amigos. Cuando la niña empezó a cantar, la mandó parar inmediatamente y las echó de allí de mala manera. Viene esto a cuento por que mi buen amigo Vicente Álvarez Martínez de la Cafetería Arosa de Gijón, siempre atento a enviarme cosas interesantes y curiosas, me hace llegar este vídeo de la Rai italiana donde tres niños cantan el O sole mio, la canción napolitana de Giovanni Capurro y de Eduardo di Capua.
Los niños pueden hacer muchas cosas de adultos. Ser actores, dar saltitos en el circo... pero nunca cantar así. Al menos, si pretenden en el futuro dedicarse a la ópera, algo que apuntan muchos entusiastas que los han escuchado. La carrera de cantante profesional de ópera es lenta, requiere de muy buenos maestros y de un repertorio acorde a su edad. De lo contrario adiós a la voz necesaria para subir a un escenario serio y se termina cantando pachangas en una orquesta de bodas, con todos los respetos para aquellos que hacen ese noble trabajo. Todavía recuerdo como hablaba Alfredo Kraus de un alumno venezolano que tenía en la Escuela Superior de Música Reina Sofía. Ese alumno era, ni más ni menos, que Aquiles Machado, que no debutaría ante el publico hasta los... veintitres años.
Encima me entero, hurgando aquí y alli, que Ignazio Boschetto, Gianluca Ginoble y Piero Barone ( los dos primeros de catorce años y el tercero de quince ) ya han sacado un disco el pasado noviembre, bajo el nombre de Il Volo y que hacen giras por Italia y otros paises. Espero, de todo corazón, que ganen mucho dinero, por que es lo único que les espera. Ni tenores ni gaitas. Lástima de vida actual tan llena de medios que dan bombo a casos como este, y de padres, muy mal asesorados, y que sólo ven el presente sin pensar en el futuro de los chicos, y que crean auténticos monstruos de feria.