lunes, 20 de septiembre de 2010

El Tea Party, espejo de Obamas

Una autentica revolución. Así califica el establishment del partido republicano de EEUU a este terremoto que está sacudiendo sus bases y que amenaza con llevarse por delante a quién pretenda hacerle frente. Lo que empezó como una una cursilada de " damas desocupadas ", hasta el nombre es cursi, una reunión de amigos que pretendía que el partido no enterrara a Sarah Palin en el olvido, ha logrado colocar a sus candidatos en las primarias de estados como Florida, Nueva York o Delaware en contra de la opinión firmemente trazada por la dirección.
Y para que todo se ponga peor, han logrado congregar a más de medio millón de personas en Washington, en las mismas avenidas que fueron feudo en su día del sueño de Martin Luther King o de las grandes manifestaciones anti guerra de Vietnam de los años setenta.
Pero un movimiento tan conservador no es más que un simple reflejo, ante ese gran espejo que es la sociedad norteamericana, del cansancio que poco a poco, y no tan poco a poco, ha despertado Obama y su verborrea carente de sentido y de contenido.
Siempre dije que hay que huir de los vendedores de humo y de los grandes profetas. En ambos terrenos Barack Obama es un principe. Nadie es capaz de decir tan poquita cosa con tantas y ampulosas palabras. Bueno, nuestro Zapatero no se queda atrás, pero esa es otra historia. Y la gente lleva tiempo cansada de tanto blablabla, mientras sus acérrimos seguidores vagan desesperados, y desmotivados, ante su inoperancia.
El futuro de la Palin y de sus discípulos Christine O'Donell, Carl Paladino y, sobre todo, Marco Rubio, muy pronto se desvelará, sobre todo tras las próximas legislativas. Del de Obama poco se puede decir, que cada vez suena con más fuerza la candidatura de Hillary Clinton a las próximas presidenciales como un intento de los demócratas del salvar los muebles. Y es que la gente nunca aprende. Se deja arrastrar por cuatro palabritas, puro marketing electoral, y pasa lo que pasa.