Luchar por la igualdad es un deber fundamental del ser humano. En muchas partes del mundo ese derecho se ve constantemente violado, ultrajado y pisoteado. Y si hay un lugar donde ese oprobio es el pan nuestro de cada día es Irán. El caso de Sakineh Mohammadi Ashtiani es uno más, pero gracias a Dios ha saltado a la actualidad y la prensa internacional se ocupa de su suerte. Os recomiendo que leáis este artículo de Bernard Henri-Lévy si tenéis alguna duda o desconocéis su situación.
En todo caso es una obligación moral no permanecer impasibles ante esta absoluta barbaridad. Así que si está en vuestra mano firmar cualquier manifiesto de protesta o cualquier otra acción que oblgue a las autoridades iraníes a dar marcha atrás, no dudéis en hacerlo.