martes, 17 de agosto de 2010

Cinema Paradiso y el amor al cine

Hoy me he acordado de ella, de Cinema Paradiso, y de su homenaje final al celuloide que está en nuestra memoria. Quien no llorara junto a Salvatore/Jacques Perrin en este delicioso final es que no ama el cine.

Tiro al... Moreno

Para los que no sois asturianos os diré que en Gijón hay una espacio que se llama Laboral Ciudad de la Cultura, que es la misma Universidad Laboral de toda la vida, pero pulida y maquillada. Hay un Centro de Arte y varias propuestas más, todo muy in por cierto, y un teatro al que hasta ahora no iban ni los programadores, con propuestas de la vanguardia más progre del estilo " ballet unipersonal de señor bailando desnudo mientras se come un milhoja y toca la flauta ". Ahora la programación da un giro de la mano de José Luis Moreno y más de uno se está poniendo muy pesadito con Macario para arriba y Rockefeller para abajo. Es el nuevo deporte asturiano, el tiro al Moreno, que parece divertir a algunos mientras sacan su baba a pasear. A todos ellos les diré, y seguro de que no tienen ni idea de que estoy hablando, que este señor, entre otras cosas, es un gran aficionado a la ópera. Que con su dinero, y no con el de todos, montó unas temporadas muy interesantes y dignas en el Teatro Calderón de la madrileña calle Atocha. Que nadie esperara una Katia Kabanova de Janàcek o el Wozzeck de Berg. Pero logró llevar a mucha gente a ver los títulos clásicos, Traviata, Buterfly, Rigoletto, Trovador, Payasos. Personas que tal vez nunca se atreverían a ir al Real. Así que un poquito más de respeto y paciencia que la labor que le espera es muy difícil.