
Esta faceta de Miguel de Unamuno es, si cabe, una de las menos conocidas. Autorretratos, que sorprenderán al visitante por su abundancia, dibujos de su mujer y sus hijos, temas religiosos, en especial Jesús en la Cruz, el Quijote, que llegó a ser para Unamuno casi una obsesión... Lápiz o pluma, y sobre todo tipo de papel que nos podamos imaginar, incluidos los reversos de sus facturas o los sobre de que las muchas cartas que a diario recibía.
En estos dibujos de Unamuno se desprende el interés que tenía por el cuerpo humano, por las figuras de personas anónimas, que a buen seguro pertenecieron en algún momento a su entorno, pero también se pueden ver sus series de dibujos a animales, fruto de sus visitas a la finca Traguntía: caballos, toros, perros e incluso insectos. Tampoco podemos dejar de lado, en esta amplia selección que pronto se podrá ver, los dibujos dedicados a la edificios de la ciudad de Salamanca y, en especial, a todo lo relacionado con su Universidad.
Así que ya tenemos otra razón para dar una escapadita a Salamanca, una de las ciudades más impresionantes de nuestro pais.

