El fallecimiento ayer de Elizabeth Taylor no se puede decir que nos pillara de sorpresa. Disfrutaba, por llamarlo de alguna manera, de una frágil salud de hierro. Pero si que fue un auténtico mazazo para todos los amantes del cine con mayúsculas. Y es que era una de las últimas representantes de esa época de Hollywood que ya no volverá, llena de glamour y de auténticas estrellas.
Se va, además, una persona muy particular. Su amistad con alguno de los más significados gays de la época, cuando el armario no era armario era vestidor de lo lleno que estaba, marcó toda una época. Recordemos el caso de Montgomery Clift o de Rock Hudson. Y es precisamente con este último con el que comenzó una auténtica cruzada contra el sida, cuando el protagonista de Pijama para dos enfermó. Y en una época, no tan lejana, en que la enfermedad era un tema tabú.
Recordar hoy su carrera me parece absolutamente innecesario. Todos los periódicos aparecen hoy con su foto en portada. Por si queréis entrar ahora mismo a recordar su figura, os dejo los enlaces de los especiales de EL PAIS y Antena 3. Y además, para recrearnos en su belleza, estaba en pleno esplendor, unas imágenes de su trabajo en La gata sobre el tejado de zinc, película dirigida en 1958 por Richard Brooks y basada en la obra teatral de Tennessee Williams. A su lado Paul Newman, otro grande del cine.
Descanse en paz una de las mujeres maás hermosas de la historia del séptimo arte.
Especial de EL PAIS
Especial Antena 3
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