Los anuncios que se emiten durante la retrasmisión de la Super Bowl, que este año se jugará este próximo domingo 6 de febrero y que enfrentará a los Steelers de Pittsburgh y los Packers de Green Bay en la ciudad texana de Dallas, unos sesenta aproximadamente, son vistos por más de cuarenta millones de espectadores en EEUU. El precio de un anuncio de treinta segundos se acerca en esta ocasión los tres millones de dólares.
En estos anuncios casi todo vale para lograr la atención de los espectadores, y muchos consideran que estos spots son parte del espectáculo. Nadie quiere perdérselos ante el derroche de imaginación, la presentación de nuevos productos y las ofertas que ese día aparecen en sus televisores.
El anuncio que hoy nos importa será de los más normalitos, pero es un pasito más, probablemente previo al gran trailer que seguro llegará a finales de febrero o primeros de marzo, en el camino de conocer que nos depara la segunda entrega de Kung Fu Panda, en este caso The Kaboom of Doom.
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