El vicepresidente Richard Nixon, y favorito en todas las encuentas, y el snob senador católico John F. Kennedy se enfrentaron, en los estudios de la WBBM-TV de Chicago, en el primer debate presidencial de la historia y que en aquella ocasión emitieron todas las grandes cadenas made in USA: CBS, NBC y ABC.
Kennedy se presentó morenito, tras diez dias de mítines en California, con su camisa azul que destacaba en pantalla, mientras que Nixon se negó a que le maquillaran, estaba cansado y dolorido por una lesión de rodilla y sudó abundantemente por el calor de los focos. Fue una lucha sin cuartel entre dos animales políticos, Nixon de los despachos y Kennedy de la brega ante el elector.
Aquel debate lo ganó claramente Kennedy y el resto ya es historia.
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