Como cada noche estoy tomando el café y leyendo la prensa. Lo que tiene que ser un remanso de paz se convierte en cruel pesadilla. Sobre mi cabeza atrona una enorme televisión. En su pantalla un programa de los llamados del corazón de Tele 5. Infame no es un término suficientemente amplio y contundente para definir lo... que está sucediendo. ¡Dios mio, porque el ser humano puede llegar a ser tan zafio e impresentable!
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