En primer lugar, el último trabajo de uno de mis directores de culto: Zhang Yimou. El director de Sorgo rojo, La semilla de crisantemo, Ni uno menos, El camino a casa, La casa de las dagas voladoras, La maldición de la flor dorada y la nunca suficientemente valorada ¡ Vivir ! , se descuelga ahora con una versión a la china del clásico de los hermanos Coen Sangre fácil. En Una Mujer, una Pistola y una Tienda de Fideos Chinos, Zhang Yimou cuenta la historia de un miserable y desgraciado fabricante de fideos que, tras comprobar que su mujer tiene una aventura con un empleado suyo, encarga a un policia el asesisanato de la pareja. Pero la cosa se complica y la sangre corre a raudales. Y todo ello trasladado a la china feudal. Como dice hoy S. Sánchez en La Razón: Zhang Yimou desviste a «Sangre fácil», le quita el sombrero de detective y el humo del «film noir», para disfrazarlo con la seda de la China imperial. Es una perfecta definición de lo que podemos ver.
La otra película que nos llega esta semana es El extraño caso de Angélica, la nueva película de Manoel de Oliveira, un director que une todas las rarezas posibles en un sólo nombre. Es el único director portugués de prestigio internacional, más de cuarenta películas a sus espaldas, setenta años de carrera y ciento dos años de vida, que se dice pronto. Protagonizada por Pilar López de Ayala y Ricardo Trêpa, El extraño caso de Angélica, que paso por la sección Un certain regard del Festival de Cannes del pasado año, nos cuenta la fascinación que siente Isaac, un joven fotógrafo que recorre Portugal, por una joven que acaba de fallecer y a la que tiene que fotografiar en un pueblo al que acaba de llegar. Todo muy Oliveira, y además basado en una historia que el propio director vivió y que durmió el sueño de los justos en un cajón durante años.
Una Mujer, una Pistola y una Tienda de Fideos Chinos
El extraño caso de Angélica
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