Y que decir de Paul Potts. Bueno, está claro que le faltó en su día una buena educación musical y unos buenos maestros de canto, algo a estas alturas ya no tiene solución. Que indudablemente tiene una buena voz, pero jamás subirá al escenario de uno de los grandes templos de la ópera, pero que se puede defender muy bien en conciertos y con discos populares, de los que por cierto está vendiendo como churros.
Pero si algo está claro es que el señor Potts hizo más por la ópera aquella noche que muchos de los grandes divos, completamente desconocidos para la mayoría de la gente, en toda su vida. Y que para un concurso de mierda como ese, con unos cutrepresentadores como los que tiene, es un honor inmenso tener en el escenario a un tipo como Paul Potts.
Volver a ver su presentación " en sociedad " es un homenaje que debemos darle.