Justo cuando abre sus puertas la IX Cumbre Internacional de Gastronomía, Madrid Fusión 2011, bueno es comentar el nacimiento de un nuevo y revolucionario restaurante en Barcelona: el 41º. Su nombre se debe a que por allí pasa el 41º22'34" paralelo del Norte. Se trata de la nueva apuesta de Ferran Adrià y su hermano Albert, no confundir con el nuevo concepto de elBulli que estos días desvelarán, y puesto en marcha junto a los propietarios de la marisquría Rías de Galicia, dedicado en esta ocasión a las tapas. Pero, claro, no unas tapas cualquiera. Con el rutilante antetítulo de snackería-coctelería, el 41º ( Avenida del Paralelo, número 164, Edificio Flotats ) sirve cosas tan apetecibles como las cortezas puercas con chile y cilantro, las minimozarellas esféricas con albahaca, las algas crujientes de quinos o los bocadillos de trufa y mozzarella. Todo muy Adrià, muy espectacular. Y está logrando su objetivo. Colas para entrar, aquí, de momento, no se reserva mesa, atención mediática para aburrir, nacional e internacional, y el run run clásico de las cosas que interesan, que va de boca en boca y nunca mejor dicho.
Y como dejé claro hace un instante, el 41º también es una coctelería. Gin tonics, todo un clásicos de los finales de elBulli, mojitos, caipiriñas... Es decir, comer y beber de la mano de los Adría y con un precio, al menos eso prometen, que rondará los cincuenta euros por comensal. Toda una experiencia que va a llevar a mucha gente al Paralelo barcelonés y un lujo que está al alcance de casi todos... si tienen la paciencia de esperar para pillar un hueco entre las treinta y cinco únicas plazas que ofrece el local.