Cuenta la leyenda que fue la palabra de un niño, en este caso una niña, su sobrina Carmencita, la que puso fin a su fulgurante carrera y no la victoria de los Aliados en la II Guerra Mundial ni la trifulca entre falangistas y carlista a la vista del poderoso general Varela. En una comida familiar en El Pardo a la "niña de España " no se le ocurrió otro cosa que decirle a su papá que el tio Ramón mandaba más que él. Y claro, menudo era Franco para esas bromas. En menos que canta un gallo el cuñadín... para casita. Y es que hay niños, y niñas, que podían meter la lengua donde yo les diga.

No hay comentarios:
Publicar un comentario